martes, 24 de abril de 2012

Las reformas del PP y el estado de las autonomías

Desde que los estados convirtieron la crisis financiera en un problema de control del déficit, no han sido pocas la voces que en el PP han señalado a las Comunidades Autónomas como las verdaderas responsables de ese déficit. Al margen de que si no se hubieran inyectado miles de millones de euros a las entidades financieras en una deuda que ahora hay que devolver, efectivamente, algunas CCAA han estado muy lejos de realizar un gasto mínimamente responsable para garantizar el Estado de Bienestar. Ante esta situación, el PP de Rajoy, en lugar de plantear que los trenes de alta velocidad sin pasajeros, aeropuertos sin aviones y bibliotecas sin libros no tienen ningún sentido y responsabilizar a los propios de las dificultades de alguna CCAA, ha decidido que además de arremeter contra el estado de bienestar hasta hacerlo desparecer, va a arremeter también contra el estado de las autonomías vía Real Decreto Ley. Así, con los Decretos de Sanidad y Educación, además de ir en contra los dos principales pilares del estado de bienestar, decide empezar el proceso de desarticulación del estado autonómico a través de la invasión competencial. Es mucho más grave el contenido de los propios Decretos que la invasión competencial, sí, pero la campaña que desde la derecha se ha iniciado en contra de las CCAA apunta a que después de este primer ataque vendrán más. De hecho, en la presentación de los presupuestos, Montoro ya ha empezado a hablar de la posibilidad de intervenir CCAA. Desde Euskadi, el Gobierno Vasco ha reaccionado diciendo que va a cumplir la parte obligatoria de estos Decretos pero que va a recurrirlos en lo que entiendan pueda ser contrario al autogobierno, aunque sin especificar que fórmula van a emplear para ello. Nosotros hemos presentado una moción en el Parlamento Vasco para que el Gobierno presente un recurso de inconstitucionalidad, compense las medidas que pretenden aplicar Rajoy y no siga utilizando la excusa de que le imponen las medidas para acabar aplicándolas. En Ezker Anitza-IU tenemos muy claras dos cosas: que los recortes no son la solución a la crisis y que la recentralización competencial tampoco. El debate será el miércoles que viene, a ver en qué queda.

lunes, 16 de abril de 2012

Monarquía Vs. Democracia

Desde que se conociera la noticia del viaje privado de Juan Carlos de Borbón a Botsuana a cazar elefantes, muchas han sido las voces que le han afeado la conducta.
Por lo visto, para los ahora detractores de las actividades del rey cazador, matar elefantes en viajes privados de 50.000 € (públicos) está bien, siempre y cuando ello no se produzca en época de crisis económica.
Incluso hay quien le ha invitado a abdicar para dedicarse en cuerpo y alma a sus aficiones cinegéticas
Sin embargo, no podemos despistar el objetivo, la idea no es que abdique Juan Carlos en favor de su hijo por una más o menos afortunada actuación.
El objetivo debe ser que desaparezca del estado español una institución tan anacrónica y antidemocrática como es la monarquía, la ejerza quien la ejerza.
Que en pleno S.XXI la jefatura de un estado que se considera democrático no quede en manos de la ciudadanía es inaceptable y por lo tanto, independientemente de la opinión que cada uno tenga sobre el papel que la monarquía ejerció en la transición, (que es la gran justificación que dan los defensores de la misma para su mantenimiento), 30 años después de la misma va siendo hora de adaptarse.
En un momento como el actual en el que estamos asistiendo a una auténtica crisis de democracia, no hay más que ver la imposición de los gobiernos de Italia y Grecia sin elecciones, desde la izquierda debemos reclamar con más ahínco que nunca la participación de la ciudadanía en la elección de sus gobiernos y las jefaturas de los estados, si las hubiera.
Reclamemos pues la abolición de la monarquía, no por un viaje más o menos afortunado, por una trama de corrupción más o menos encubierta o por el coste de la Casa Real, reclamemos la abolición de la monarquía por la defensa de los principios democráticos.

sábado, 7 de abril de 2012

Aberri eguna

Al contrario de lo que ocurre con la Diada en Cataluña o el día de Galicia, en Euskadi, tan nacionalidad histórica como las dos anteriores, no tenemos un día así.
Existe el día de Euskadi que se inventaron hace un par de años el PSE y el PP y que el 25 de octubre conmemora la aprobación del estatuto de Gernika y luego tenemos el Aberri Eguna, o día de la patria vasca, que sólo celebran los partidos nacionalistas, si bien, en el pasado, tanto el PCE-EPK como el PSE lo celebraron.
Es decir, que somos la única Comunidad Autónoma del estado español o el único país, aquí cada uno que elija, sin un día de celebración conjunta.
Vamos, que ni para los festejos somos capaces de ponernos de acuerdo.
No niego ni la validez ni la legitimidad de ninguna de las dos fechas, bueno la del 25 de octubre es algo más forzada (al fin y al cabo fue aprobada por un mayoría raquítica del Parlamento y dudo que se mantenga si el PSE y PP no siguen gobernando en Euskadi)pero desde mi punto de vista, lo que Euskadi o Euskal Herria, cada uno como prefiera, necesita, es un nuevo día en el que con mayor o menor entusiasmo las diferentes sensibilidades políticas de país podamos confluir.
No espero que nadie se sume al día del otro, ni al Aberri los nacionalistas españoles, ni al día de Euskadi los nacionalistas vascos.
Tampoco sugiero que nadie deje de celebrar el suyo propio, quien quiera celebrar el Aberri que lo haga y quien quiera celebrar el día de la hispanidad que lo haga también.
Hablo de un día que nos permita celebrar a todos y todas que somos una colectividad, pueblo, nación, país o CCAA, cada uno que le llame como le dé la gana, y que podamos hacerlo de manera conjunta.
Creo que la mejor manera de construir país es buscar elementos en común que redunden en la mejora de la convivencia y no siempre elementos que lo dividan.
Ezker Anitza-IU propuso en su día en el Parlamento vasco, que ese día fuera el 3 de diciembre, día del euskera, pero no tuvimos éxito, cada uno se aferró a lo suyo.
Eso sí, si algún día se avanza en la definición de un día común que sea laico y no como el Aberri Eguna que se celebra el domingo de resurrección.

lunes, 2 de abril de 2012

La aministia fiscal y el PP

Uno de los caballos de batalla del PP en el Parlamento Vasco durante esta legislatura ha sido lo que ellos llaman el "fraude social"; es decir, las personas que cobran ayudas sociales de manera fraudulenta.
El PP nos ha traído el debate a la cámara trimestre sí y trimestre también.
Cada vez que el PP presenta una PNL sobre esta cuestión, desde Ezker Anitza solemos presentarle una enmienda para añadir alguna referencia al fraude fiscal que el PP rechaza.
¿Por qué? bien sencillo, porque les parece peor los 650€ que alguien haya podido cobrar indebidamente (algo, que por otro lado, yo tampoco justifico), que los 25.000 millones de euros que nos han robado los que defraudan sistemáticamente a Hacienda.
Por eso han decidido aplicar una amnistía fiscal.
Una amnistía fiscal, además de ser manifiestamente injusta, lo primero que pone de manifiesto es la absoluta incapacidad del gobierno de perseguir un delito: el fraude fiscal.
¿Se imagina alguien que con cualquier otro delito el Gobierno de turno hiciera lo mismo? Como soy incapaz de perseguir el delito lo perdono.
Lo que no puede ser es que un Gobierno asuma como una realidad inalterable la existencia de una bolsa de fraude de esa naturaleza y como mal menor, decida perdonarla a ver si por lo menos saca algo.
La preguntas son evidentes: ¿si ya se sabe que existe ese fraude, por qué no perseguirlo? y ¿qué tipo de actividades han generado semejante dineral?
Pero no, el gobierno del PP, tan preocupado él por los 600 euros de RGI, prefiere perdonar a sus amigotes 25.000 millones de euros que tomarse en serio la persecución del delito.
El mensaje es claro: si vas a cometer fraude que sea a lo grande, que ese se perdona. El resto, los asalariados y asalariadas a pagar hasta el último céntimo, que alguien tiene que pagar impuestos, caramba.
Lo peor es que Europa, tan alarmada ella por las cifras de déficit, no le pondrá ni un pero a los planes de Rajoy.